El dinamismo de la exploración minera, que aumentó 34,5% en lo que va del año, marca una recuperación sostenida en las inversiones y revela confianza del sector.
Las inversiones mineras en el Perú alcanzaron los US$ 3,908 millones entre enero y setiembre de 2025, lo que representa un crecimiento de 15,3% respecto al mismo periodo del año anterior, según el Boletín Estadístico Minero del Ministerio de Energía y Minas.
El informe precisa que la inversión en exploración registró un salto de 34,5% frente a 2024, al totalizar US$ 526,5 millones, convirtiéndose en la categoría de mayor crecimiento relativo.
Para Adán Pino, presidente de proEXPLO 2026, la inversión en exploración minera en el Perú está experimentando un crecimiento muy favorable, enfocado en mejorar la cartera de proyectos de oro y cobre principalmente.
“Esta es una señal clara de que el Perú sigue siendo un país atractivo para las empresas mineras, por su prospectividad, estabilidad jurídica y económica, donde es posible tener operaciones mineras de largo plazo. Este crecimiento en la inversión también nos está mostrando la preocupación de las empresas mineras por asegurar la producción en el largo plazo, que permita cubrir la necesidad global que se está pronosticando”, sostuvo.
Agregó que más allá de la estrategia de exploración que cada compañía aplica, es de vital importancia contar con un portafolio de proyectos robusto, que avance de forma sostenida y rápida, desde las etapas tempranas hasta la perforación.
Dijo que esto solo es posible con presupuestos anuales apropiados, incrementando las actividades en campo y definiendo rápidamente los blancos de perforación; algo que se ha venido dando en Perú en los últimos 3 años y, particularmente, en lo que va del 2025.
“Veo positivamente las estadísticas 2025 en exploración minera reportadas por el Ministerio de Energía y Minas. Está creciendo la inversión minera, el portafolio de proyectos y con ello la probabilidad de tener nuevos descubrimientos minerales que sostendrán la producción futura del país”, aseveró.
Añadió que este repunte no solo refleja confianza empresarial, sino también una mayor eficiencia en la gestión de permisos y en la articulación con las comunidades, aspectos que en años previos fueron un freno para el avance de la exploración.
Infraestructura y equipamiento
A nivel general, la inversión en infraestructura minera sumó US$ 936 millones, mostrando un incremento de 26,2% respecto al mismo periodo de 2024, impulsada por obras de mantenimiento, ampliaciones de plantas y modernización de accesos. En tanto, la inversión en plantas de beneficio, que sigue siendo una de las categorías más representativas del total, ascendió a US$ 771,8 millones, con un crecimiento más moderado de 2,4%.
Por su parte, la inversión en equipamiento minero alcanzó US$ 674,9 millones, lo que implica un aumento de 8,9%, reflejando la adquisición de maquinaria y tecnología vinculada a mejoras de eficiencia y sostenibilidad operativa. También se observó una expansión en las partidas de desarrollo y preparación (US$ 582,2 millones, +10,0%) y otros rubros (US$ 417,2 millones, +17,8%), lo que refuerza el dinamismo de la fase de producción y las actividades complementarias en minas activas.
Según Pino, la mejora en equipamiento y desarrollo minero responde a una nueva etapa de modernización del sector, que busca aumentar la producción responsable.
“Las operaciones están invirtiendo más en automatización, digitalización y control ambiental. Esto permite reducir costos y emisiones, pero también elevar la productividad de los yacimientos maduros. Es un cambio estructural hacia una minería más tecnológica y sostenible”, apuntó.


