El Lote Z-69, ubicado en la zona offshore de Talara (Piura), atraviesa un momento definitorio. Luego de que en septiembre se declarara desierto el proceso de selección de un nuevo operador, Perupetro decidió tomar medidas para evitar la paralización del yacimiento. La solución inmediata fue ampliar el contrato temporal vigente con Petroperú, que administra el lote desde noviembre de 2023.
El acuerdo inicial de Petroperú vencía el 15 de noviembre de este año, por lo que Perupetro resolvió, a fines de octubre, extender la licencia por un plazo máximo de seis meses, hasta mayo de 2026. Esta prórroga busca otorgar tiempo suficiente para replantear las condiciones del concurso y convocar nuevamente a interesados para asegurar un operador de largo plazo para este activo estratégico.
Sin embargo, la ampliación no puede concretarse sin la participación del Poder Ejecutivo. Se requiere que el Ministerio de Energía y Minas (Minem) emita un decreto supremo que autorice la continuidad de Petroperú en el lote durante el nuevo periodo. La falta de esta norma, hasta el momento, ha generado preocupación en la industria debido a los riesgos de una eventual interrupción de las operaciones.
Fuentes del sector explicaron a Gestión que, al tratarse de un lote offshore, la continuidad operacional es especialmente crítica. Detener actividades complicaría la logística, afectaría al personal involucrado y generaría pérdidas en ingresos por canon y otros aportes derivados de la producción. Por ello, la expectativa recae ahora en que el Ejecutivo agilice la aprobación del decreto para evitar impactos económicos y laborales.
El Lote Z-69, situado en el zócalo continental frente a Talara, Paita y Sechura, produce en promedio 4,700 barriles diarios de petróleo y 13.8 millones de pies cúbicos de gas natural estándar por día. Su relevancia para la región y para la actividad hidrocarburífera nacional refuerza la urgencia de garantizar la continuidad operativa sin interrupciones.



