En la sede del Fideicomiso de Fomento Minero (FIFOMI) se firmó el convenio de colaboración entre el Centro Internacional de Excelencia para la Administración Sostenible de Recursos (ICE SRM) y Mujeres WIM de México, en un acto histórico para el sector minero nacional.
Un acuerdo estratégico para la minería mexicana
La ceremonia fue conducida por Cristina Rodríguez Estrada, presidenta de WIM Distrito Oaxaca, quien definió el alcance del acuerdo: “Básicamente busca integrar la perspectiva de género en la gestión sostenible de recursos, promoviendo el uso de metodologías de las Naciones Unidas, como la Convención Marco y el sistema de administración de recursos desarrollados por la UNECE. Además, WIM de México se incorpora al grupo de trabajo Women in Resource Management de la ONU, llevando la voz del sector minero mexicano a espacios internacionales de decisión”.
Entre las y los asistentes destacaron el maestro Ulises Neri Flores, la maestra Doriliana Vega Pérez, la maestra Cristel Domínguez Vargas y la maestra María de Lourdes Elena Sánchez, además de representantes de FIFOMI, Ana Laura, directora de Mujeres WIM de México; Diana Corona, del distrito Ciudad de México, y David Ávila, colaborador de Naciones Unidas.
México como centro regional de sostenibilidad de recursos
El maestro Ulises Neri Flores, vicepresidente de México del grupo de expertos de la ONU en administración sostenible de recursos, explicó por qué el ICE SRM México se convirtió en nodo regional para América Latina y el Caribe. Recordó que, en los análisis de Naciones Unidas, “81 países en el mundo dependen en gran parte de sus ingresos y de sus actividades de las industrias extractivas, donde vive más de la mitad de la población a nivel global”.
Frente a la narrativa que sataniza a estas industrias, Ulises Neri fue enfático: “No podemos decir que la minería, el petróleo y el gas no existen y no son importantes cuando existe una gran relevancia a nivel mundial de la población que depende de estas actividades”. Por ello, señaló que para las Naciones Unidas “tenemos que fortalecer de manera objetiva lo que es y lo que no es sostenibilidad, dando herramientas, metodologías, grupos de expertos, pero también aprendiendo de los lugares donde se desarrollan los proyectos”.
Sobre el lenguaje técnico y financiero, apuntó que “lo importante son las acciones que estamos llevando a cabo al respecto”. Y conectó sostenibilidad con negocio: “Siempre decimos, y David es el que más me ha educado en estos temas, que la sostenibilidad debe ser rentabilidad, la sostenibilidad es rentable”.
Metodologías de la ONU y experiencia desde México
La maestra Cristel Domínguez Vargas, advirtió sobre los atajos conceptuales en la transición energética: “Si nosotros nos vamos a simplificar el tema de esta triple crisis climática con apagar los fósiles, las industrias extractivas, y prender los renovables y creer que con eso todo se solucionó, eso es caer en estereotipos que nos quitan recursos y nos quitan tiempo bien valioso”.
El vínculo con Mujeres WIM de México se consolidó cuando Crsitel conoció a fondo el Sello WIM. “Fue cuando dijimos: Doris, tenemos que hacer este convenio porque es la siguiente etapa”.
Sello WIM, talento femenino y competitividad
Desde la presidencia de Mujeres WIM de México, Doris Vega Pérez subrayó la urgencia de acelerar el cierre de brechas: “Muchas veces hemos mencionado que el World Economic Forum dice que necesitamos 150 años para disminuir la brecha y alcanzar la equidad, y yo reiterativamente les digo: ‘No tengo 150 años para vivirlo y para verlo’. Entonces, ahora sí que manos a la obra”.
Doris Vega explicó que, con el convenio, “Mujeres WIM de México se incorporó oficialmente al grupo de trabajo de Women in Resources Management de la ONU, llevando con orgullo la voz del sector minero mexicano a los espacios internacionales donde se toman decisiones que definirán el futuro de esta industria. Ese paso no solamente tiene un valor simbólico, tiene un valor transformador”.
Recuperando la visión de ONU Mujeres, enfatizó que “como género somos agentes fundamentales para el progreso sostenible en los ámbitos social, económico y ambiental. Nuestra participación activa no solo cambia las estadísticas, cambia los resultados, cambia los entornos y cambia las mentalidades”. Y definió el rol del Sello WIM: “Este convenio que hoy firmamos representa una herramienta concreta para atraer, retener y desarrollar talento femenino dentro del sector”.
A lo anterior, Doris Vega agregó: “Generamos valor, generamos valor y aquellas industrias que no han hecho lo suficiente para incorporar más mujeres se están perdiendo del 50% del talento disponible en el mundo”. Y añadió que “actualmente la minería está tan tecnificada, tan avanzada, está generando cambios tan innovadores que cualquier persona, hombre o mujer, tiene cabida”.
Estado, regulación y legitimidad social
La maestra María de Lourdes Elena Sánchez, de la Dirección General de Desarrollo Minero de la Secretaría de Economía, destacó el significado institucional del acuerdo: “Es un honor ver cómo el esfuerzo de muchos años por parte del trabajo que han venido realizando desde la ONU, y sobre todo el de WIM México, se ha logrado materializar en este acuerdo”.
Subrayó el valor de incorporar el enfoque de género a la gestión de recursos: “Consideramos que la incorporación de la perspectiva de género en la gestión sostenible de los recursos nos permite reconocer los diferentes impactos que se dan por la actividad extractiva entre hombres y mujeres, y esto nos permite diseñar acciones que van a promover una gestión más equilibrada, más transparente y más responsable”. Sobre el marco regulatorio, precisó que “estamos trabajando en la emisión de esa normatividad y tratando de incorporar aspectos en los que se considere una minería responsable con el medio ambiente y con las comunidades”.
Ulises Neri, por su parte, vinculó sostenibilidad con legitimidad social desde lo cotidiano: “Desde que se despiertan hasta que se duermen, ¿cuántas veces tuvieron contacto con un producto de la minería o del petróleo? Desde que se prende la luz, la primera actividad son flujos de electrones que vienen de una energía. Si es fósil, viene del petróleo o del gas; si es renovable, viene de una turbina eólica que utilizó minería. Entonces, todo está conectado”.
En el cierre, una representante de FIFOMI sintetizó el cambio cultural: “La mujer hoy en día tiene un papel muy importante en cualquier sector. En el caso de la minería, las mujeres también ahora somos parte de ese progreso para el desarrollo de la minería”.
Cristina Rodríguez recordó que “este convenio forma parte de una declaración de principios, reforzando la afirmación de las Naciones Unidas sobre que empoderar a las mujeres en sectores extractivos es clave para lograr sociedades más sostenibles, resilientes y equitativas”. Para un sector acostumbrado a pensar en datos, riesgos y rentabilidad, el convenio entre Mujeres WIM de México e ICE SRM se presenta como un instrumento para integrar, en la misma ecuación, sostenibilidad, género y competitividad de largo plazo.



