San Luis Potosí se prepara para un salto estratégico en su papel dentro de la industria automotriz. La firma BMW ha confirmado que comenzará la producción de baterías de litio de alta gama en su planta de Villa de Reyes durante el último trimestre de este año.
El anuncio, hecho por Salvador González Martínez, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco), refleja no solo la confianza de las grandes multinacionales en México, sino también el avance del fenómeno global de relocalización, mejor conocido como nearshoring.
Una planta lista para despegar
Durante una reunión reciente entre autoridades locales y ejecutivos de BMW, se presentó un diagnóstico detallado del proyecto de expansión que la empresa alemana arrancó en mayo de 2024.
El edificio principal de la nueva fábrica ya está completamente terminado. Actualmente, se realiza el traslado e instalación de la maquinaria que permitirá ensamblar baterías avanzadas. Estas baterías alimentarán la plataforma Neue Klasse, pensada para la próxima generación de vehículos eléctricos BMW, que destaca por su eficiencia energética y reducción de emisiones.
La empresa estima que la operación formal de las instalaciones arrancará a finales de 2025. Este calendario coloca a San Luis Potosí como protagonista en la cadena de suministro global de la electromovilidad.
Impacto económico local y generación de empleo
BMW contempla contratar a más de 500 personas para esta nueva línea de producción. Parte del personal actual ya recibe capacitación especializada, lo que elevará las competencias técnicas de la mano de obra local.
Salvador González Martínez destacó que este proyecto consolida el dinamismo económico de San Luis Potosí. La entidad no solo atrae inversiones para ampliaciones, sino también para la instalación de nuevas empresas, fortaleciendo su ecosistema industrial.
El nearshoring, impulsado por la necesidad de las empresas de acercar su producción a los mercados de consumo y reducir riesgos geopolíticos, encuentra en México un terreno fértil. Este contexto es clave para entender la relevancia de inversiones como la de BMW.
El litio: una oportunidad global que México no puede dejar pasar
Aunque BMW importará el litio para esta planta, este mineral es estratégico para México. El país cuenta con importantes reservas, especialmente en estados como Sonora y Zacatecas. Si bien el marco regulatorio aún genera debate, la minería de litio representa una oportunidad para fortalecer la cadena de valor local.
La producción de baterías es solo una parte de la ecuación. México puede aspirar a convertirse en proveedor clave de litio procesado, incrementando su peso en la industria global de la electromovilidad. La clave está en garantizar inversiones responsables, sostenibles y socialmente aceptadas, evitando caer en los errores de otros sectores extractivos.
Nearshoring: México como ganador en la nueva geopolítica industrial
El proyecto de BMW refleja una tendencia más amplia: la reconfiguración de las cadenas de suministro globales. Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, sumadas a las lecciones de la pandemia, empujaron a muchas empresas a acercar su producción a América del Norte.
San Luis Potosí, con su ubicación estratégica y su infraestructura robusta, se convierte en uno de los destinos favoritos para estas inversiones. Además, el talento local y los programas de capacitación han elevado la competitividad de la región.
La minería, en particular la de litio, puede ser un pilar adicional para robustecer esta dinámica. Si México logra desarrollar este sector de manera ordenada, no solo abastecerá a firmas como BMW, sino que también atraerá a otros jugadores interesados en la transición energética.
La entrada en operación de la planta de baterías de BMW no es solo una buena noticia para San Luis Potosí. Es un símbolo del papel creciente que México juega en la revolución automotriz y energética global.
Aunque aún falta camino por recorrer para aprovechar al máximo las reservas de litio nacionales, cada avance en esta dirección nos acerca a una industria más integrada, competitiva y sostenible. La minería, cuando se hace bien, es aliada del desarrollo y la innovación.