La consultora CIAL Dun & Bradstreet presentó su más reciente monitor económico CIAL Insights, en el que destacó que, pese al bajo dinamismo industrial, la economía mexicana mantiene estabilidad macroeconómica, con inflación moderada, un tipo de cambio fuerte y señales de resiliencia en sectores clave.
Durante agosto, el crecimiento anual fue de 0.0%, lo que refleja una economía en transición. Sin embargo, algunos componentes mostraron avances, como el sector primario, que repuntó 15.3%, mientras que el comercio minorista creció 6.4% anual, lo que fue impulsado por el consumo interno. En el acumulado enero-agosto, el crecimiento fue de 0.3%, lo que, según el análisis, muestra un desempeño cauteloso pero estable frente al contexto global.
Uno de los datos más favorables fue la moderación de la inflación, que se ubicó en 3.63% anual en la primera quincena de octubre, por debajo de las expectativas del consenso. Este comportamiento refuerza la posibilidad de un entorno monetario más favorable para los próximos meses. En Estados Unidos, la inflación subyacente se mantuvo en 3.0%, lo que contribuyó a un entorno financiero internacional más estable.
Inflación moderada y tipo de cambio fuerte apuntalan la estabilidad
En los mercados cambiarios, el peso mexicano se ha apreciado 11.48% en lo que va del año, cerrando en 18.46 pesos por dólar. De continuar esta tendencia, 2025 podría cerrar con una apreciación de 8.6%, la segunda más alta en cien años. Este desempeño confirma la confianza de los inversionistas internacionales en los fundamentos económicos del país.
Si bien las ventas de maquiladoras registraron una baja de 5.5% anual en agosto, en el acumulado del año aún muestran un crecimiento de 5.3%, lo que refleja el papel estratégico del sector manufacturero en la economía nacional.
Consumo interno y manufactura sostienen el escenario de resiliencia
El estudio de CIAL Dun & Bradstreet concluye que la economía mexicana avanza con prudencia, sostenida por la estabilidad de precios, el fortalecimiento del peso y la solidez del consumo interno. Estos factores, combinados con un entorno internacional menos volátil, abren espacio para que México consolide su crecimiento en los próximos trimestres a través del impulso a la inversión productiva y la recuperación del sector industrial.



