Minera Frisco, la empresa de Carlos Slim, entregó un flujo operativo (EBITDA) de 1 422 millones de pesos al término del segundo trimestre de 2025, un incremento de 33 % respecto al mismo periodo del año anterior y un crecimiento acumulado semestral del 53 %.
El motor detrás del resultado
Un mayor volumen productivo en plomo, zinc y cobre fue clave. La producción de plomo creció hasta un 34 %, mientras que los precios internacionales de cobre y zinc subieron, beneficiando los ingresos. A ello se sumó un tipo de cambio más favorable: el dólar se apreció en promedio 13 % frente al peso, lo cual favoreció el margen.
En el trimestre Frisco procesó 1 511 398 toneladas de mineral, 5 % más que en abril‑junio de 2024.
Las minas que sobresalieron fueron Asientos (+86 %), San Francisco del Oro (+21 %) y Tayahua (+10 %).
Algunas unidades como María, San Felipe y Ocampo suspendieron temporalmente su producción para concentrarse en exploración. Esto busca preparar zonas de tumbe y reservas que sostengan la producción futura. La mina Concheño sigue en desarrollo con estrategias para incrementar el tonelaje procesado mediante explotación selectiva.
Ventas y deuda bajo control
Las ventas netas de abril a junio alcanzaron 3 143 millones de pesos, lo que representa un alza anual del 23 %.
Al cierre de junio Frisco reportó deuda por 1 954 millones de pesos en créditos normales con partes relacionadas, y 15 mil millones de pesos en deuda bursátil. Durante abril y mayo realizó pagos anticipados por 290.9 millones de dólares, combinando recursos propios y financiamientos refinanciados con certificados bursátiles y crédito con Banco Inbursa.