Trump impone arancel de 50% al aluminio: industria mexicana en crisis

El reciente decreto del presidente estadounidense Donald Trump, que eleva los aranceles al aluminio del 25% al 50%, ha generado una profunda preocupación en la industria mexicana del aluminio. Francisco Beltrán, ex presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Aluminio (Canalum), advirtió que esta medida podría paralizar las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos, principal destino del aluminio nacional.

Consecuencias Inmediatas

Beltrán señaló que, incluso con el arancel previo del 25%, las exportaciones lograban mantenerse, aunque con dificultades. Sin embargo, duplicar ese gravamen eliminaría toda viabilidad comercial hacia el norte. “Este mes, aunque mis exportaciones bajaron a la mitad, aún vendía más del 50% de mis productos manufacturados. Eso ya no será posible”, comentó.

La imposición del nuevo arancel ya ha generado paros técnicos y recortes de personal en diversas plantas mexicanas. A largo plazo, la situación podría derivar en una crisis estructural del sector, debido a la falta de demanda local y la ausencia de materia prima nacional.

Dependencia del Mercado Estadounidense

El intercambio comercial en torno al aluminio entre México y Estados Unidos es claramente desequilibrado. Cada año, el país norteamericano vende más de 6,500 millones de dólares en aluminio a México, mientras que el mercado mexicano exporta alrededor de 2,000 millones de dólares a Estados Unidos. Esta diferencia evidencia la alta dependencia del mercado estadounidense.

“Estamos frente a una recesión industrial. No importa cómo quieran llamarla. Si no logramos colocar ese aluminio en otro lugar, la capacidad de producción quedará sin demanda y la pérdida de empleos será masiva”, alertó Beltrán.

Búsqueda de Mercados Alternativos

Ante la imposibilidad de exportar a Estados Unidos, la industria del aluminio en México se ve obligada a buscar mercados alternativos en Sudamérica, el Caribe y Europa. Sin embargo, estos mercados presentan desafíos logísticos y costos de transporte más elevados, lo que podría afectar la competitividad del aluminio mexicano.

La situación actual exige una respuesta coordinada entre el gobierno y la industria para diversificar los destinos de exportación y reducir la dependencia del mercado estadounidense. Además, es crucial fomentar el consumo interno de aluminio y fortalecer la cadena de valor nacional para mitigar los efectos negativos de los aranceles impuestos por Estados Unidos.

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