La Cuadra San Cristóbal, también conocida como Los Clubes, es una emblemática obra del arquitecto mexicano Luis Ramiro Barragán Morfín, mejor conocido como Luis Barragán, figura clave de la arquitectura moderna.
Este inmueble fue construido entre los años de 1964 y 1969 en las afueras de la Ciudad de México, ubciado exactamente en el municipio de Los Clubes, Atizapán de Zaragoza. Cabe señalar que esta obra representa un hito en la carrera de Barragán y en la arquitectura ecuestre internacional.
El complejo, fue un encargo de Folke Egerström, un compañero del Club Hípico Francés. El diseño, estilo y color dio vida a La Cuadra San Cristóbal, convirtiéndose en un factor clave para establecer una identidad reconocible para el fraccionamiento de Los Clubes.
Barragán desarrolló el diseño en colaboración con su colega el arquitecto mexicano Andrés Casillas, se basó en la tipología del rancho, los arquitectos ubicaron la residencia y los establos de caballos al borde de un gran patio amurallado que contiene una fuente monumental, un granero, prados y un pasto que se extiende sobre 2,7 hectáreas.
De igual manera, la construcción casa para los propietarios, casas para los empleados, y un área impresionante que integra una fuente y una alberca ecuestre. Siendo este último elemento uno de los más distintivo del sitio, una piscina reflectante de gran tamaño que sirve tanto para el ejercicio de los caballos como para el esparcimiento humano; a través de la cual, Barragán buscó simbolizar la fusión entre la funcionalidad y la estética.
La arquitectura de la Cuadra San Cristóbal destaca por su uso innovador del color, los tonos, la luz, las formas y el espacio. Luis Barragán utilizó muros de colores vibrantes que contrastan con el cielo y el entorno natural, logrando crear escenarios visuales dramáticos y emotivos.
Asimismo, la luz juega un papel crucial en la percepción de los espacios, con juegos de sombras y reflejos que cambian a lo largo del día y realzan la materialidad de las superficies. Adicionalmente, el diseño refleja la influencia de la tradición y la cultura mexicanas en el trabajo de Barragán, ya que incorpora elementos del paisaje y la arquitectura vernácula, como el uso de agua, piedra, y vegetación.
La Cuadra San Cristóbal invita a la contemplación y experiencia estética, gracias a su enfoque holístico ya que la misma arquitectura enfatiza la conexión emocional y sensorial con el lugar.