“Eliminar combustibles fósiles es inevitable, les guste o no”: Guterres

A pesar de las diferencias y reñidos debates, la cumbre climática COP 28 concluyó este miércoles con un acuerdo calificado como “histórico” por el presidente de la Conferencia, Sultán Al-Jaber, luego de que por primera vez, se reconoce la necesidad de “abandonar” los combustibles fósiles para limitar el calentamiento global; sin embargo, también quedó claro que lo acordado no es suficiente para lograr la meta.

Al-Jaber, quien es además director ejecutivo de la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dabi (ADNOC, por su sigla en inglés) se congratuló por los esfuerzos realizados, pero añadió que su verdadero éxito residirá en su aplicación.

“Somos lo que hacemos, no lo que decimos”, dijo en la sesión plenaria de la cumbre. “Debemos dar los pasos necesarios para convertir este acuerdo en acciones tangibles”, agregó, y resaltó la demostración de solidaridad mundial que significa el acuerdo alcanzado.

Sin embargo, en un discurso con mayor autocrítica, António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, aseguró que la COP 28 se produjo en un momento decisivo en la lucha contra la crisis climática, “un momento que exige la máxima ambición tanto en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero como en la justicia climática.

Desde el comienzo de la Conferencia más de 100 países presionaron mucho para que el acuerdo de la COP 28 incluyera un lenguaje contundente sobre la “eliminación gradual” del uso del petróleo, el gas y el carbón, pero se encontraron con la poderosa oposición del grupo de productores de petróleo OPEP, liderado por Arabia Saudita.

Guterres fue crítico de esa postura, y señaló que pese haber omitido el término de “eliminación gradual” de los combustibles fósiles en el texto final de la COP 28, su destino histórico es “inevitable, les guste o no”.

“La ciencia nos dice que limitar el calentamiento global a 1.5°C será imposible sin la eliminación gradual de todos los combustibles fósiles en un plazo coherente con este límite (…) A aquellos que se opusieron a una referencia clara a una eliminación gradual de los combustibles fósiles en el texto de la COP 28, quiero decirles que la eliminación gradual de los combustibles fósiles es inevitable, les guste o no. Esperemos que no llegue demasiado tarde”, agregó el líder de la ONU.

Guterres añadió que en el balance mundial se reafirma el imperativo de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5°C, lo que requiere reducciones drásticas en las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) en esta década. Para ello, por primera vez, el resultado reconoce la necesidad de abandonar los combustibles fósiles, después de muchos años en los que el debate sobre esta cuestión estuvo bloqueado.

Dijo que aunque los compromisos financieros son muy limitados, las promesas al Fondo Verde para el Clima ascienden ahora a una cifra récord de 12,800 millones de dólares para las comunidades más vulnerables al clima. Además, el nuevo marco sobre medidas de adaptación proporciona “un conjunto mensurable de nuevos objetivos para impulsar las medidas de adaptación y su implementación”.

Aún más crítico fue Simon Stiell, secretario ejecutivo de ONU Cambio Climático, quien aseguró que el texto deja mucho margen a la interpretación. “Este acuerdo es un suelo (de ambición), no un techo, por lo que los próximos años cruciales deben seguir aumentando la ambición y la acción climática”.

Primero dio una lista de progresos en la reunión, por ejemplo: triplicar las energías renovables y duplicar la eficiencia energética, poner en funcionamiento el fondo de pérdidas y daños, y hacer un primer pago inicial, además de un marco para el Objetivo Global de Adaptación.

Sin embargo, compartió que las numerosas iniciativas anunciadas aquí son sólo “salvavidas de la acción climática, no la línea de meta”. Dijo que lo importante es que estos compromisos se traduzcan en resultados en la economía real, que es donde realmente se pone en práctica la acción por el clima.

La COP 28 también tenía que poner freno al principal problema climático de la humanidad: los combustibles fósiles y su contaminación que quema al planeta. “Aunque en Dubái no hemos pasado totalmente la página de la era de los combustibles fósiles, es evidente que estamos ante el principio del fin”. El balance pide a las Partes que tomen medidas para lograr, a escala mundial, triplicar la capacidad de las energías renovables y duplicar las mejoras de la eficiencia energética para 2030.

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