Nuevo México se está posicionando como un jugador líder en energía renovable gracias a sus abundantes recursos solares, eólicos y geotérmicos. El estado ocupa el segundo lugar en Estados Unidos en cuanto al potencial de producción de energía solar y el décimo en potencial de energía eólica.
Recientemente, el presidente Joe Biden visitó una planta de torres eólicas en Belén, Nuevo México, que fue reconvertida de una antigua fábrica. Esta visita destacó la transición hacia la fabricación de energía verde en el estado.
Se espera que la planta de Arcosa, respaldada por la aprobación de la Ley de Reducción de la Inflación, cree 250 nuevos empleos en una zona con altas tasas de pobreza. La exitosa reconversión de esta instalación demuestra el potencial de transformar instalaciones en desuso o en decadencia en centros de energía limpia, con financiamiento de la Ley de Infraestructura Bipartidista y el IRA.
Nuevo México, conocido históricamente por su industria petrolera y de gas, enfrentó desafíos durante la pandemia de COVID-19. Sin embargo, la producción de petróleo crudo del estado se recuperó en 2022, superando el crecimiento de otros estados. A pesar de este éxito, el presidente Biden y el gobierno estatal están interesados en promover el potencial de Nuevo México en energía verde y atraer más inversión pública y privada.
El sector de energía renovable en el estado está en expansión, con Applied Energy Services (AES) planeando desarrollar casi 1,000 MW de energía limpia. Esto incluye granjas solares, proyectos de energía solar comunitaria y proyectos de almacenamiento. La Ley de Energía Solar Comunitaria, aprobada en 2021, permite a los clientes de servicios públicos eléctricos comprar acciones en instalaciones de energía renovable, fomentando la participación comunitaria en el sector de energía verde.
Además, el Proyecto de Transmisión y Energía Eólica SunZia, aprobado por la Oficina de Administración de Tierras de Estados Unidos, tiene como objetivo generar 3,500 megavatios de energía eólica, crear más de 2,000 empleos y brindar beneficios económicos significativos a Nuevo México y Arizona.
En 2019, Nuevo México aprobó la Ley de Transición Energética, estableciendo un estándar de energía renovable del 50% para 2030 y estándares de emisiones cero para las empresas de servicios públicos para 2050. El gobierno estatal cree que a través de una mayor inversión en proyectos de energía verde, se pueden alcanzar estos objetivos. Actualmente, el 20% de la generación de electricidad en Nuevo México proviene de fuentes de energía renovable, y las empresas privadas están invirtiendo activamente en expandir el sector.
